viernes, 30 de septiembre de 2011

Caricatura de un tipo...

Tal día como hoy pero de 2005, un tipo hizo una caricatura de otro tipo en un periódico, y se montó un pollo de mil pares en plan mal rollo, amenazas, censura y todas esas movidas.

Bueno pues como un hecho vale más que mil palabras, pues esto:

lunes, 26 de septiembre de 2011

Tiki-taka para paquetes


Lo que está pasando en el fútbol amateur español, y sobre todo en las pachangas entre amigos, es de risa. Y todo es culpa del Barça y de la Selección Española. Y del puñetero tiki-taka.

 


Antes de nada, pongámonos en situación: te llama un amigo y que si vas a jugar un partido, que han alquilado un campo (fútbol 11 ó 7, da igual), que son un equipo de la liga de empresas y una panda de amigos... Pos claro, allá vamos. Vale.
Llegas, y ves los típicos detalles contradictorios de esas “pachangas serias”: todos trajeados (hasta espinilleras), claros contra oscuros, sorteo para portero, distribución de puestos... lo normal. Todo en plan diversión pero gustándonos. Y a ganar. Porque sí, se quiere pasar bien, pero ganando. Porque nadie se divierte perdiendo, y el que diga lo contrario o es gilipollas o es madre.

Bueno, pues empieza el partido y se jode todo.
Se jode porque llegan uno o varios listos y dicen las palabras mágicas: “A circular el balón, a moverla hasta que haya hueco, saliendo con ella controlada, sin rifarla...”
Es decir: cualquiera de las recetas del tiki-taka, del Barça, de la Selección Española o del Brasil clásico de toda la vida (que ni que hubiéramos inventado nada en los últimos años).
Y todo el mundo asiente convencido. Como que es así como hay que ganar, derrochando clase, técnica, precisión, estilo, control... todo eso que hacen los mejores futbolistas profesionales del planeta después de años de entrenamiento.
Asiente el “bueno” del equipo convencido de sí mismo y de que su 50% (en el mejor de los casos) de pases al pie le permite algo así. Asienten los normalitos, pensando en sacar balones jugados pero sin acordarse de su 60% de balones perdidos. Y asienten los malos, pensando en marcajes de anticipación y en robar balones limpiamente a los delanteros, y no en aguantar y esperar el fallo.

Porque somos campeones del mundo, coño. Todos. Todos somos estrellitas y últimamente ese juego excelso está a nuestro alcance... Ya.
Por eso, cuando un equipo se pone a intentar jugar así (últimamente todos) y se encuentra delante otro equipo técnicamente mucho peor pero que juegan en zona y al contragolpe rápido o al patadón (cada día menos), se lleva una saca de goles. Se llevan la saca pero no entienden nada ni aprenden (“si hemos jugado bien” “si eran muy malos” “se llevaban todos los rechaces”...).

No aprenden que si no eres Messi, no puedes jugar como el Barça.
Ni que cuando eres un matado, tienes que jugar como Escocia (por ejemplo).
Ni que cuando eres tan matado, aún en tu mejor versión los paquetes de Escocia (por decir) te barrerían del campo.

¡Ni aprenden que hacer bien lo fácil es mejor que hacer mal lo difícil!

Por eso, si tú juegas pachangas voy a darte una receta para vapulear a todos los engreídos del “jogo bonito” que te vas a encontrar mientras sigamos siendo campeones del mundo:

1 - Esquema clásico de más defensas que delanteros o medios y subiendo por las bandas.

2 - Marcaje en zona y por detrás. Al fallo. Prohibido entrar al contrario: aguantando siempre, cubriendo sólo el tiro, que pase o centre porque en más del 70% de los casos acabará en pérdida de balón.

3 - Despejando en defensa sin contemplaciones. Siempre. Y, sólo si se puede, hacia el delantero. Nada de sacar el balón jugado.

4 - Delantero palomero (sobre todo, y si no jugáis con fuera de juego, es inexplicable que no lo aprovechéis) para pegar la defensa contraria al portero y despoblar el medio campo. Uno sólo y que no baje jamás, siempre con el último defensa.

5 - Y tirarlo todo: en cuanto se alcance la frontal del área hay que tirar sin intentar meterse hasta la cocina. Hay pocos porteros buenos y a poco que los tiros vayan a puerta...

Así de fácil, sin ahondar más (que podría) y sólo con esta receta de 5 puntos, una pachanga puede convertirse en algo bien jugado de verdad, y no ser uno más de esos correcalles plagados de gilipolladas y para tikitakeros de garrafón.

Que es que nos creemos todo lo que sale por la tele, coño...